Las poblaciones indígenas amazónicas entre las más vulnerables al contagio de la pandemia que acecha la entera humanidad.

La importancia de protegerlas, no sólo como deber moral sino como urgente acto de salvaguardia de la vida de todos y del planeta.

La agencia de la ONU para la salud en las Américas, recientemente ha comunicado que los contagiados en “las Américas sobrepasan los dos millones, contando 140.000 muertos hasta el 18 de mayo”, añadiendo que faltan datos de Nicaragua que, hasta el momento, no se han dado a conocer.

Poblaciones indígenas.

Una de las mayores preocupaciones, no sólo de la Organización Panamericana de la Salud, son las poblaciones indígenas, pues son las comunidades más frágiles y vulnerables de la región. Y, en particular, las poblaciones indígenas que habitan en la cuenca del Amazonas que albergan a más de 2400 territorios diseminados en 9 países: Brasil, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Surinam Guayana y Guayana Francesa.

“Estos grupos viven tanto en aldeas aisladas con acceso mínimo a servicios sanitarios como en ciudades densamente pobladas como Manaos (en Brasil), Iquitos (en Perú) o Leticia (en Colombia)”, detalló a AA Mundo, Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Etienne confirmó que los casos de COVID-19 en la cuenca del Amazonas ya superan los 20.000, “donde la repercusión tiende a ser el doble de alta, en comparación con otros Estados en los mismos países”. Efectivamente, según los números que presenta la APIB (Articulación de Pueblos indígenas del Brasil), la tasa de mortalidad entre los indígenas afectados por el coronavirus es del 12,6%, casi el doble de la tasa del resto de la población brasileña (6,4%). Si se considera toda la región panamazónica los números casi se triplican, con 58.102 contagiados y 3.554 decesos por causa del virus.

La emergencia afecta con mayor gravedad a las comunidades brasileñas, país en donde se cuentan 870.000 contagios confirmados y 43.396 muertes; en las poblaciones amazónicas son más de 48.000 los afectados y 3.090 fallecidos. CBB Mundo publica la denuncia del alcalde de Manaos (noroeste de Brasil), Arthur Virgilio Neto, que dice estar viviendo “una película de terror”, con 10.602 contagios y 863 muertos por el COVID-19, “lo que ha causado el colapso del sistema de salud de la principal ciudad amazónica brasileña”. Manaos, con sus más de 2 millones de habitantes, es la capital del Estado de Amazonía (Brasil) y estáubicada en el centro de la selva tropical más grande del mundo. “No queremos milagros –agrega el alcalde– lo que necesitamos es un avión lleno de escáneres, ventiladores, medicamentos y equipos de protección”.

También las comunidades indígenas de Colombia y Perú se encuentran amenazadas y sin la posibilidad de defenderse. La ciudad de Iquitos, capital peruana de Amazonía con medio millón de habitantes, se encuentra colapsada por el número de contagios y no dispone de camas suficientes. Según TeleSUR “más de 200 sospechosos de coronavirus llegan cada día a los dos hospitales existentes, y por esa causa a diario mueren entre 15 y 20 pacientes en el primer centro y alrededor de 30 en el segundo”. A estos números habría que agregar las dolorosas muertes de 14 médicos que fallecieron por causa del Covid-19 después de atender a los enfermos de la ciudad amazónica.

Repercusiones de la industria extractiva.

Según el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociles (CLACSO), la pandemia del COVID-19 “se relaciona con los impactos que producen los distintos proyectos extractivos en territorios indígenas”. Y señala que sea l’APIB que el Consejo Indígena de Roraina (actual Brasil)“exigen al gobierno que impida el ingreso de ocupantes ilegales, acaparadores de tierras, personas que ejercen ilegalmente la minería o la tala de bosques ya que, además del daño a sus territorios, son vectores de contagio del nuevo virus”. También la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) y el pueblo Shuar Arutam (Ecuador) se suman a las denuncias, asegurando que “las industrias extractivas e hidroeléctricas no están respetando el Estado de Excepción dictado por el gobierno”. Ecuador, es uno de los países de la región más afectado por el virus, con 46.751 contagios y 3.896 muertes por el virus, aunque el Gobierno ha reconocido que las cifras podrían ser mucho más altas.

El río Amazonas, recurso y peligro: El río Amazonas es un gigante de más de 6.500 kilómetros de extensión que atraviesa tres países sudamericanos: Perú (donde nace el curso de agua), Colombia y Brasil. Y es en dos de sus principales localidades ribereñas, Iquitos y Manos, donde se han presentado algunos de los cuadros más dramáticos de la pandemia en América Latina. Existe sin duda el peligro de que el río Amazonas se convierta en la gran ruta de contagio del covid-19 en Sudamérica. Pero es un hecho que en la cuenca Amazónica todo viaja por ríos. Sin transporte, hay escasez de alimentos, medicinas y suministros. “Lejos de los principales hospitales y sin infraestructura básica, los indígenas están muriendo a un ritmo alarmante a medida que el coronavirus avanza por sus territorios”, escribe AA mundo. Si es el río una importante causa de difusión del virus, a su vez es imposible no utilizarlo. Y aunque las comunidades indígenas han tomado sus precauciones para proteger sus fronteras, la mayor responsabilidad recae sobre los gobiernos involucrados para ordenar y controlar el flujo de mercaderías y de personas, tomando todos los recaudos necesarios.

Salud y educación.

Si algo pone en evidencia la pandemia es la ausencia, desde siempre, de inversiones gubernamentales en salud y en educación. Dos temas absolutamente prioritarios, que habrían podido preparar y defender a las poblaciones indígenas de frente a la actual crisis sanitaria. Dos temas que, según el médico colombiano Pablo Martínez, quien trabajó por más de 20 años en la región, ya no se pueden postergar. Pero es necesario que los gobiernos involucrados “dejen de ver a la Amazonía sólo como un lugar donde extraer recursos”.

Indígenas “guardianes” de Amazonas.

María Laura Vargas, Coordinadora en el Perú de la “Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales”, me explicaba su vital importancia para el planeta: “Son un bien irremplazable. La vida depende del bosque el cual garantiza todas las formas de vida, pero están en peligro por la depredación en curso. Para los indígenas el bosque es todo: la farmacia, el mercado, el espíritu ... Proporcionan refugio, medios de subsistencia, medicamentos y agua limpia a miles de millones de personas. Son la mejor solución climática que tenemos”, me decía María Laura. Obviamente su afirmación es válida para toda la región amazónica. De aquí la responsabilidad de los gobiernos directamente involucrados y de toda la comunidad internacional de proteger a las comunidades indígenas amazónicas, no sólo como deber moral hacia los más vulnerables, sino como urgente acto de salvaguardia de la vida de todos y del planeta.

BBC Mundo: www.bbc.com/mundo

CLACSO: www.clacso.org

AA Mundo: www.aa.com.tr

TeleSur: www.telesurtv.net

APIB: www.apib.info

Bosques Tropicales: www.interfaithrainforest.org

Source: Ciudad Nueva

 

 

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